La única verdad es la realidad, sostenía el General. Y cuánta razón tenía.
Diez datos obvios, pero que vale la pena remarcar:
1. CFK ganó en todas las provincias (salvo en San Luis) y en todo el cinturón agrícolo-ganadero (con alguna excepción puntual, como Puán);
2. CFK le ganó a sus principales rivales en sus distritos respectivos: le ganó a
3. CFK ganó en los tres grandes distritos en los que sus candidatos habían perdido antes (Capital Federal, Santa Fe y Córdoba);
4. Alfonsín padeció las tijeras: su candidato a gobernador, Francisco de Narváez, y su lista para diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires sacaron más votos que él;
5. Si la tendencia no afloja sobre el final de las mesas más discutidas, Duhalde podría arrebatarle el segundo lugar a Alfonsín, pero sin despegarse del virtual empate técnico (a su vez, el mejor resultado posible para CFK, carente de un "gran" rival que aglutine a la "oposición");
6. Carrió cosechó la peor elección de carrera;
7. Binner fue la “sorpresa”, si cabe esa expresión, pero con apenas poco más del 10% de los votos;
8. Si se mantiene la tendencia, CFK podría darse el lujo de ahuyentar a uno de cada 5 argentinos y argentinas que votaron por ella y aún así ganar en octubre con el 40%;
9. Más del 70% del electorado optó por alguna de las vertientes peronistas (aunque de allí a concluir que 7 de cada 10 argentinos es peronista es una simplificación excesiva);
10. Si Alfonsín hubiera mantenido su alianza con Binner (lejos de De Narváez), podría haberse garantizado el segundo lugar, acaso con el 20/22 por ciento de los votos (aunque como recuerda, una vez más, la propia alianza con el “Colorado”, en política 2 + 2 nunca es igual a 4).
pd: vanagloria anecdótica: en la “polla” armada por periodistas dentro del diario, resulté ganador tras predecir el resultado más cercano al que arrojaron las urnas.
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