El misterio alrededor de la ex Ciccone
Calcográfica es cada vez mayor. Tras revisar informes que
sumados acumularon cientos de páginas, el síndico que controla su resurgimiento
de la quiebra no logró resolver los dos grandes enigmas que rodean a la empresa
que preside Alejandro
Vandenbroele : quiénes son sus nuevos dueños y quiénes
aportaron más de $ 47,5 millones que la imprenta utilizó para afrontar salarios
y deudas durante los meses previos a obtener sus primeros contratos con el
Gobierno.
Ambas incógnitas quedaron expuestas en el expediente de la
quiebra de la ex Ciccone
que tramita ante el juez en lo Comercial Javier Cosentino , luego
de que el síndico Martín
Stolkiner presentó su último informe el viernes último, pero
que sólo resultó accesible desde ayer.
Stolkiner expuso que pudo revisar balances, estados
contables, auditorías y otros documentos de la empresa, pero en lo que quedó
claro que Vandenbroele –investigado por la Justicia por lavado de activos y
como presunto testaferro del vicepresidente Amado Boudou– intentó afrontar
ambos enigmas del modo más escueto posible.
pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.
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