La investigación de la Unidad de Información Financiera
(UIF) sobre el entonces apoderado de la Fundación Madres
de Plaza de Mayo, Sergio
Schoklender , registró múltiples pasos llamativos, incluida
una inusual escala por el despacho del presidente de la unidad, José Sbattella [foto, abajo] , según
surge de la hoja de ruta de ese legajo dentro del organismo que obtuvo LA
NACION, que consultó con seis fuentes al tanto de los procedimientos de la
unidad.
Cada uno de los movimientos del expediente 547/10 que se
abrió dentro de la UIF muestra, además, una notable correlación con hechos
públicos, acaso al punto de forzar esos movimientos dentro del organismo.
Sbattella se quedó con el expediente –algo inusual, según
todos los analistas consultados–, durante 48 días. Hasta que el
30 de mayo lo remitió otra vez a la Secretaría General
Ejecutiva. Con una curiosidad: volvió con 447 fojas en vez de
458 fojas. Algo quedó en el camino. Por eso volvió a Presidencia, que otra vez
lo remitió a la Secretaría, pero esa vez sí con 458 fojas, aunque no surje de
la hoja de ruta si eran las mismas 11 fojas faltantes.
Y en un solo día, el 31 de mayo, el expediente pasó por
Presidencia, la Secretaría, la Dirección de Análisis, su par de Asuntos
Jurídicos, la de Análisis
otra vez, la de Jurídicos
una vez más y la
Secretaría General , que al día siguiente lo remitió a
Tribunales.
pd: el texto completo publicado en LA NACIÓN, acá.
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