miércoles, 16 de mayo de 2012

Desvíos (y lavado) a gran escala

De todo un poco. Desvíos para cuentas propias, para bolsillos ajenos, para comprar terrenos y barcos, para pagar indemnizaciones laborales (en negro) y hasta para solventar obras públicas con fondos, también públicos, pero que estaban destinados a otros fines. En suma, el cálculo preliminar de la Justicia es que Sergio Schoklender habría desviado al menos 283,6 millones de pesos, más otro 1,3 millón de dólares de las arcas fiscales desde 2005, según surge del expediente.

Schocklender actuó, sin embargo, junto 15 colaboradores en perjuicio de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Lo ayudaron durante cerca de seis años, según el juez federal Norberto Oyarbide, quien incluyó a María Alejandra Bonafini entre los acusados, pero dejó afuera a su madre, Hebe Pastor de Bonafini.


El perjuicio abarcó, además, al Estado nacional, a la Ciudad de Buenos Aires y a varias provincias, como Chaco y Salta, al tiempo que el dinero desviado abarcó, entre otros, campos y terrenos adquiridos en Santa Fé, por $ 4 millones, Misiones, por US$ 925.000, y Chaco, por otros 900.000 pesos.

El presunto desfalco, sin embargo, no sólo abarcó dinero en efectivo, sino que también incluyó “la adquisición y utilización de manera irregular de materiales de construcción de la Fundación” para fines particulares. Entre otros, para 20 inmuebles privados vinculados a la ex esposa de Sergio Schocklender, Viviana Sala, a su hermano Pablo Shocklender y hasta al colegio Jean Piaget, entre otros.

pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.

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